Por Álvaro Merino Lacoste, Gerente de Estudios de Sonami
Hace un año, todas las proyecciones de precio no consideraban un valor del cobre como los que estamos observando actualmente, superior a los US$3,6 por libra, debido precisamente a que los fundamentos del mercado mostraban un claro superávit, a lo que se agregaba los riesgos sobre el comportamiento de la economía mundial, donde se insertaba la controversia comercial, entre los dos gigantes de la economía mundial. La pandemia no aparecía aún en el horizonte, con la fuerza que se manifestó en el segundo y tercer trimestre del 2020.
Sin embargo, en los primeros días del 2021, el panorama para el principal producto de exportación de nuestro país es alentador con un valor promedio de US$ 3,63 la libra en la Bolsa de Metales de Londres.
El incremento en la cotización del metal rojo se explica, fundamentalmente, por diversos factores, entre los que destacan:
La rápida recuperación de China. El Pib del gigante asiático en el primer trimestre cayó 6,8%, el segundo creció 3,2%, el tercero aumentó 4,9% y el último se elevó en 6,5%, lo que permitió cerrar el año con un incremento del PIB de 2,3%, mayor a las proyecciones del mercado que situaban en 2% el avance del gigante asiático en 2020. Los estímulos aplicados por China, en orden a inyectar liquidez, rebaja de impuestos e inversión en infraestructura han tenido un claro efecto, pues el gigante asiático se ha recuperado a mayor velocidad de lo que se había estimado inicialmente.
Otro factor que explica el alza es la depreciación del dólar a nivel internacional
También ha influido la restricción en el suministro, por paralizaciones de yacimientos mineros en Perú, México, Panamá y África, particularmente en el segundo y tercer trimestre del 2020, lo que a la fecha se ha normalizado.
A lo anterior se agrega la disminución de inventarios. Al cierre de esta nota los inventarios en Bolsa alcanzaban a 238.000 toneladas, cifra que se compara con el cierre de marzo pasado que registró 616.000 toneladas, es decir, han disminuido en 378.000 toneladas, esto es una caída de 61%.
También se debe considerar las expectativas de una masiva distribución de las vacunas contra el Covid 19, especialmente considerando que hay varias en competencia.
Junto a lo anterior se destaca el aumento de apetito por cobre por parte de los fondos de inversión, lo que ha impulsado el precio.
Altas expectativas sobre el plan de estímulo y el programa de economía verde que impulsará el Presidente Joe Biden, también ha presionado al alza la cotización del cobre.
No obstante, el principal impulsor ha sido China, que capta más del 50% del consumo mundial de cobre.
Debemos tener presente que fue precisamente la robusta recuperación de China, el principal factor que impulsó el precio del cobre desde US$ 2,09 por libra, el 23 de marzo de 2020 a US$ 3,64 por libra, al cierre de esta columna.
No se descarta que en el corto plazo pueda seguir subiendo; no obstante, hay que tener cautela, pues el presente año va a ingresar al mercado una oferta importante de cobre, a lo que se agrega ciertos riesgos que dicen relación con el comportamiento de la economía mundial particularmente en lo relativo a los efectos de nuevos rebrotes de Covid y a una recuperación económica más lenta de lo estimado. No hay que perder de vista que el rápido aumento en la cotización observado en los últimos dos meses se explica, principalmente, por el fuerte impulso de los fondos de inversión. Por tanto, reitero, hay que tener una amplia dosis de cautela respecto del precio futuro del cobre.
El alza del precio del cobre es una muy buena noticia para Chile, el incremento de la cotización del principal producto minero y de exportación, dinamiza la economía y aumenta la contribución de este sector productivo al financiamiento fiscal.
Por cada centavo de dólar promedio anual que aumenta la cotización del cobre, Chile incrementa sus ingresos en US$125 millones por exportaciones y el Fisco en US$60 millones por concepto de excedentes de Codelco y tributación de la minería privada.