La suspensión de las actividades de construcción en su proyecto Quebrada Blanca Fase 2, con una inversión de US$ 5.400 millones, sumará millonarios costos, los que superarán los US$ 23 millones, cifra que irá variando a medida que se prolongue la decisión que tiene por finalidad garantizar la seguridad de los trabajadores y apoyar los esfuerzos chilenos para limitar la transmisión de Covid-19.
La suspensión que lleva más de un mes desde que se hizo el anuncio el 17 de Marzo y, que sería inicialmente por dos semanas, afecta a un total de aproximadamente 15 mil trabajadores.
Cuando la canadiense tomó la decisión de suspender la construcción, Donald Linsay, Presidente y Ceo de Teck, dijo en la ocasión que: “Teniendo en cuenta el tamaño y la significativa escala del proyecto QB2, y la gran cantidad de desplazamientos de los trabajadores por todo Chile, ésta es la decisión correcta para proteger la salud y la seguridad de ellos y de sus familias; como también para apoyar los esfuerzos del gobierno chileno para detener la propagación de Covid-19”.
El Proyecto Quebrada Blanca Fase 2 (es uno de los recursos de cobre sin desarrollar más grandes del mundo. Teck posee una participación indirecta del 60% en Compañía Minera Teck Quebrada Blanca SA, (QBSA) propietaria de QB2; Sumitomo Metal Mining Co., Ltd. y Sumitomo Corporation juntas tienen un interés colectivo indirecto del 30% en QBSA; mientras que la estatal chilena Enami, tiene una participación no financiera del 10%.