Minera Centinela fue notificada de la formulación de cargos por parte de la Superintendencia de Medio Ambiente por un supuesto daño ambiental que afectaría al arroyo de La Vertiente, hábitat de la Ranita del Loa. La Compañía se encuentra analizando los antecedentes para responder al organismo ambiental.
Sin embargo, a través de una declaración pública dada a conocer por la Gerencia de Asuntos Públicos Norte de Antofagasta Minerals, ésta declara su extrañeza ante los cargos formulados, ya que más del 92% del agua que utiliza para operar es agua de mar sin desalar. El porcentaje restante corresponde a aguas continentales subterráneas que se extraen del acuífero de Calama, para lo cual cuenta con todos los derechos y permisos ambientales correspondientes.
Dicen que el hábitat de la Ranita del Loa no se ve afectado por la extracción subterránea de agua que realiza Minera Centinela. Su hábitat se encuentra en cursos superficiales de agua, a más de 4 kilómetros de distancia y sin ninguna conexión hidrogeológica con el sector desde donde extrae agua la compañía.
“Lo anterior se encuentra respaldado a partir de análisis técnicos solicitados a consultores externos y que han sido presentados a la autoridad competente. Pese a su extrañeza y convicción de que su operación se realiza bajo altos estándares de cuidado y respeto por el medio ambiente, manifiesta su total disposición a colaborar con la Superintendencia para entregar toda la información necesaria que permita aclarar y despejar cualquier duda en torno a esta situación”, señala la declaración.
RANITA DE EL LOA
La rana de El Loa, cuyo nombre científico es Telmatobius dankol, es un anfibio micro endémico, solo conocido en la vertiente del sector conocido como “La Cascada” y fue descrita por primera vez en 1999 por Ramón Formas y, a partir de allí los investigadores han realizado una serie de estudios, asegurando que las ranas, no sólo la de El Loa, están muriendo de forma casi inadvertida en todo el Mundo”.
En el 2019, Gabriel Lobos, doctor de Ciencias Silvoagropecuarias y Veterinarias de la Unidad de Chile y Andrés Charrier, herpetólogo de la Universidad Católica, rescataron 74 ranitas de El Loa muy desnutridas desde una pequeña laguna artificial.
Sesenta de ellas fueron reubicadas en el sector Ojo de Opache en la ciudad de Calama y las otras 14, trasladadas vía aérea al Zoológico Nacional de Chile donde un pareja logró reproducir 600 renacuajos, por lo que se mantiene la esperanza de mantener aún vigente esta pequeña especie, que hoy tiene en tela de juicio a la Minera Centinela.
15 años de investigación, aseguran que este anfibio es uno de los más amenazados del país y esto, como consecuencia de la desecación de su habita natural, colocándola en un grupo extremadamente sensible para su sobrevivencia como consecuencia del cambio climático y la destrucción de su hábitat natural.
La Ranita de El Loa está clasificada en peligro crítico de extinción, por lo que figura en la lista roja de especies amenazadas.