PODER, DEMOCRACIA E INTELIGENCIA ARTIFICIAL

POR PERCIVAL MADERO SANTANA, P.H.D.CIENTISTA POLÍTICO.- La Inteligencia Artificial (IA), el adelanto más significativo que el mundo ha vivido luego que Albert Einstein dilucidara, a través de la Matemática y la Física, su archi sabida fórmula que la energía de cualquier elemento es igual a la masa por la velocidad de la luz al cuadrado (E = mc2), y generó a partir de ese concepto cambios radicales en la concepción de la vida, tal como ahora lo está haciendo la Inteligencia Artificial, que pone en jaque todos los sistemas sociales con los cuales hasta ahora interpretamos el mundo.

La IA se establece a partir de algoritmos, “conjunto de Instrucciones o reglas definidas y no ambiguas, ordenadas y finitas que permite, típicamente, solucionar un problema, realizar un cómputo, procesar datos y llevar a cabo otras tareas o actividades” (Wikipedia). Correlaciona datos en forma ordenada para responder a preguntas precisas.

Cuando hablamos de “correlación de datos”, entre muchos otros aspectos, debemos entender para los efectos, que también hablamos de “datos personales”. De allí la importancia de entender que, al no existir “datos privados”, destapa enormes incógnitas de lo que puede hacer (y que ya hace) la Inteligencia Artificial con nuestros datos, porque toda la información de datos,  que está en los computadores, tablet,  celulares y la información que hemos dejado como referencia en las redes sociales en las que participamos, son públicas.

De allí se establece, que más allá que para la ciencia, la ingeniería, la medicina, la pedagogía, en fin para todas las ciencias, es de una enorme utilidad, en  la IA subyace la inquietud de cómo se empezará a controlar el comportamiento humano, las influencias, y una persuasión dirigida con objetivos ideológicos, políticos y sociales, que será muy difícil distinguir que es lo que es una verdad o una mentira.

La IA plantea enormes desafíos para la democracia, porque se consolidarán supra poderes políticos, sociales y económicos, con una clara mirada de dominación cultural, abriendo nuevas formas de dominación, donde se usarán “datos” creados para favorecer esa dominación. Estos datos pueden ser verídicos o falsos, pero no tendremos la posibilidad de discernir inmediatamente  cual es verdadero y cual es falso.

Se abren múltiples formas de guerras, donde la geopolítica queda desplazada. Desaparecen los límites geográficos de los países. La guerra de la Inteligencia Artificial, ya se abrió camino y los modelos ideológicos ya están empujando nuevas realidades de Poder. Occidente, con Estados Unidos a la cabeza, inventor de la internet, y que se supone debiera tener la delantera tecnológica, no tiene la certeza que sus propios inventos y descubrimientos los están usando sus adversarios y enemigos para destruirlos.

Desde las perspectivas políticas, económicas y diplomáticas, estos requerirán posiblemente un nuevo supra poder mundial, donde la coexistencia de las democracias y las dictaduras, se auto controlen. Acuerdos tendrán que buscarse, aunque estos no detendrán los afanes.

En consecuencia la “guerra por los datos” se intensificará. TikTok puede ser uno de los cientos de casos parecidos, para la absorción de datos.  Se trata de dominar los comportamientos humanos y someterlos a las voluntades de terceros, sin que se den cuenta que están siendo manipulados.

Los medios de comunicación masiva y el periodismo están en una enorme interrogante, dado que es muy posible que ellos sean los vehículos para la desinformación. Una disyuntiva que debe llevarnos a una definición con amparos y certezas, donde el Estado no debe tomar palco a mirar el desmembramiento de sus sociedades. Estos asuntos pueden traernos desaguisados de proporciones, sino acotamos en el mundo los límites de la Inteligencia Artificial. La guerra por los datos no tendrá límites.

A ello debe sumarse los “neuro derechos” del cual nuestro país es pionero en el mundo.  Estos “neuro derechos”,  ya están perfectamente delineados y expuestos en nuestros  medios de comunicaciones personales (celulares, etc). La predictibilidad del comportamiento  de cada ser humano que usa celulares ya está definido y empecemos a entender que ellos son públicos. La Inteligencia Artificial ya está operando a favor de los poderosos, desde la política hasta la economía.

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