POR: CARLOS IBARRA VILLANUEVA, Doctorando en Ergonomía MSc. En Ergonomía, Académico del Departamento de Kinesiología, Programa de Ergonomía Ocupacional Universidad de Atacama.- El año 2022 con 1.842 casos los Trastornos Músculo-Esqueléticos (TME) representaron la segunda enfermedad profesional más frecuente en Chile según la Suseso, afectando mayormente las extremidades superiores y columna lumbar. Esto es un problema de salud pública que se ha abordado desde la prevención con normativas cada vez más exigentes para las empresas.
En la actualidad y en el marco de la denominada Industria 4.0, han surgido una serie de nuevas tecnologías que buscan mejorar las condiciones de trabajo y la productividad de las empresas en todo el mundo. En ese contexto los Exoesqueletos emergen como una tecnología que busca reducir la carga de trabajo físico en los trabajadores/as de la industria, minería, servicios, logística y otros rubros.
Pero, ¿qué es un exoesqueleto?: Es un sistema mecánico- textil que busca dar soporte a las estructuras osteomusculares para reducir el esfuerzo físico al realizar tareas como levantar o sostener una carga, o al trabajar con los brazos sobre el nivel de la cabeza. Estos dispositivos portátiles, muchas veces asociados a imágenes de películas como “Los Avengers”, la verdad es que son un nuevo tipo de herramienta de trabajo que busca ayudar a prevenir los TME y que en general han demostrado, principalmente en laboratorio, reducción de los esfuerzos mecánicos y la percepción esfuerzo. Sin embargo, aún se desconocen sus impactos en la actividad real de trabajo, en la salud a mediano y largo plazo, en los tiempos de respuesta ante riesgos de accidentes, la confortabilidad en uso prolongado y la eficacia en la productividad.
Hoy es un desafío para la academia responder a estas interrogantes cotidianas en las empresas que buscan una solución al tema de los Trastornos Músculo-Esqueléticos y que están sujetas a la fuerte entrada comercial de estos productos. Antes de decidir adquirir un exoesqueleto, es importante evaluar ergonómicamente su real potencialidad de uso y evitar así el fracaso en una implementación inadecuada. Por esta razón el Programa de Ergonomía de la Universidad de Atacama está ejecutando un proyecto de investigación sobre la usabilidad de exoesqueletos pasivos en minería, el cual tendrá una duración de 2 años y aportará evidencia científica sobre este tema.