LA PEQUEÑA MINERÍA EN CHILE UN GIGANTE DORMIDO

Por: ALFONSO MOLINARE, Country Manager de Ebury en Chile.- La pequeña minería en Chile, un sector con una rica historia y profundo arraigo en comunidades a lo largo del país, se encuentra en un momento crucial de transformación. Aunque enfrenta desafíos como la volatilidad de precios, posee un enorme potencial de crecimiento. Lejos de estar en declive, es un gigante dormido que, con las estrategias correctas, puede despertar y contribuir significativamente a la economía nacional.

Un reciente estudio de Cesco subraya su importancia y la necesidad de fortalecer su gestión financiera. Si bien el informe revela las dificultades de Enami, también abre la puerta a la innovación y la colaboración. La pequeña minería, con una producción de 48.797 toneladas de cobre fino en 2022 y más de 16.000 trabajadores (estimación basada en tamaño de empresa, trimestre móvil Noviembre 2023 – Enero2024), impulsa el desarrollo local en regiones como Atacama y Coquimbo. Fortalecerla generaría empleos y mejoraría la calidad de vida en estas zonas.

En 2023, los pequeños y medianos mineros de Chile, a pesar de su menor escala productiva frente a las grandes compañías, demostraron su relevancia en el entramado económico nacional. Su producción combinada de cobre, que alcanzó las 207.965 toneladas métricas finas, contribuyó a un sector que generó US $55.805 millones en exportaciones, representando el 11,9% del Pib del país. Este aporte, aunque parezca modesto en comparación con los gigantes de la industria, revela la importancia de estas operaciones, que a menudo operan en zonas rurales, generando empleo y dinamizando economías locales. Su contribución, más allá de las cifras, se traduce en el sustento de familias y comunidades, confirmando su valor estratégico para el desarrollo de Chile.

Para ello, la innovación financiera es clave. Soluciones antes exclusivas de grandes corporaciones ahora están al alcance de pequeños productores, facilitando su acceso al mercado global. Una gestión eficiente de divisas y la mitigación de riesgos cambiarios son cruciales para su rentabilidad. Por ejemplo, un minero de Atacama podría acceder a mejores precios de insumos y proteger sus ingresos de la volatilidad internacional.

Fortalecer a los pequeños mineros con herramientas y capacitación para una gestión financiera eficaz les permitirá competir globalmente. Chile, con su tradición minera, tiene la oportunidad de liderar la transformación del sector en Latinoamérica. Impulsando la innovación, la cooperación y el acceso a la tecnología financiera, la pequeña minería puede convertirse en un motor de crecimiento sostenible e inclusivo. Su futuro se construye con visión estratégica y un compromiso real con su potencial.

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