En entrevista con Gerente General de Nuevo Cobre Rodrigo Moscoso Restovic.
*Por Eduardo Alegría Olivares, periodista
Tras la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental presentada para el Proyecto de Prospección “Dionisio” de Minera Nuevo Cobre, joint venture entre la estatal chilena Codelco y Río Tinto en la localidad de Potrerillos, Región de Atacama, la compañía definirá en el corto y mediano plazo, el potencial geológico del mencionado distrito.
En entrevista para Revista Minera Crisol con Rodrigo Moscoso Restovic, Gerente General de Nuevo Cobre, este señaló que Nuevo Cobre se encuentra actualmente en las primeras etapas de desarrollo del proyecto, centrado principalmente en la exploración y prospección geológica.
Moscoso es Ingeniero Civil Industrial de la Universidad de Atacama y suma un Mba del Instituto Tecnológico de Massachusetts (Mit) “A lo largo de mi carrera, he trabajado principalmente en la industria minera del oro en la región de Atacama, donde he ocupado diversos cargos de liderazgo, incluyendo Gerente de Planificación y Control Financiero, Gerente de Mejora Continua, Gerente de Estrategia y Gerente General”, nos señala a modo de introducción y luego nos agrega: “En todos estos cargos, mi enfoque ha sido constantemente el diseño y ejecución de estrategias con enfoque de largo plazo. He estado profundamente involucrado en el desarrollo e implementación de proyectos tanto greenfield como brownfield, siempre con un fuerte énfasis en la sostenibilidad y los principios en la parte Ambiental, Social y Gobernanza, conocido como Esg. Mi trabajo se ha centrado en asegurar que el crecimiento y la innovación en la minería vayan de la mano con la responsabilidad ambiental y la creación de valor a largo plazo”.
– Qué ha significado señor Moscoso retornar a la Región de Atacama para liderar este nuevo proyecto?
“Retornar a la Región de Atacama para liderar el proyecto Nuevo Cobre, es una oportunidad verdaderamente extraordinaria, y me siento honrado como motivado de ser parte de él. Habiendo pasado muchos años trabajando y construyendo mi carrera en esta región, me inspira profundamente el potencial que representa este proyecto así como el valor que podría generar para la zona y su gente”.

-¿En qué etapa de su desarrollo se encuentra Nuevo Cobre?
“Nuevo Cobre se encuentra actualmente en las primeras etapas de desarrollo del proyecto, centrado principalmente en la exploración y prospección geológica. Aunque esta sigue siendo una fase inicial, se basa en una cantidad sustancial de información existente del distrito. Esto se debe a que la propiedad minera de Nuevo Cobre está ubicada donde anteriormente operaba la mina El Hueso, dentro del distrito minero de El Salvador-Potrerillos. Ese proyecto fue explotado como mina de oro durante la década de 1990, y los datos generados en ese momento proporcionaron conocimientos muy valiosos sobre su potencial geológico. Hoy, nuestro proyecto busca aprovechar ese conocimiento, con un enfoque en evaluar y desbloquear el potencial de cobre del distrito”.
-¿Qué obras se han ejecutado luego de la firma de joint venture entre Codelco y Rio Tinto?
“Durante los últimos dos años, Nuevo Cobre se ha enfocado principalmente en trabajos geológicos. Esto ha incluido el mapeo detallado de superficie en todo el distrito, así como la reinterpretación de testigos de sondajes existentes obtenidos durante la fase operativa anterior. En paralelo, se han revisado y analizado fuentes de información tanto primarias como secundarias, lo que nos ha permitido desarrollar una comprensión amplia y profunda del potencial y las características geológicas del distrito. Además, a comienzos de este año se inició un estudio conjunto entre Codelco y Rio Tinto para evaluar posibles sinergias entre el proyecto Nuevo Cobre y otros activos que Codelco posee en el distrito. Este estudio, que forma parte de la etapa de ingeniería conceptual, se encuentra actualmente en desarrollo”.
-¿Cuál es la carta de navegación de Nuevo Cobre?
“Nuestra visión para el desarrollo del proyecto Nuevo Cobre es avanzar paso a paso, siguiendo el camino típico de un proyecto minero. En el corto y mediano plazo, nuestro enfoque principal es definir mejor el potencial geológico del distrito. Esto implica un programa de perforación diseñado para ampliar nuestro conocimiento geológico, un plan que fue presentado formalmente a las autoridades mediante una Declaración de Impacto Ambiental y aprobado en Agosto de este año. Una vez que esta etapa de prospección geológica y mejora del conocimiento del cuerpo mineral haya sido completada y evaluada, procederemos a las siguientes fases de ingeniería. Estas seguirán la progresión estándar de los proyectos mineros—pasando de la ingeniería conceptual a estudios de orden de magnitud, etapa de prefactibilidad, y así sucesivamente. En paralelo, avanzaremos en los estudios técnicos y de ingeniería necesarios para preparar un Estudio de Impacto Ambiental. Cada una de estas fases ha sido cuidadosamente diseñada para ser secuencial, con el progreso de una etapa a la siguiente dependiendo de los resultados obtenidos en el camino”.
– Para Rio Tinto, Nuevo Cobre es el caballito de troya para futuras exploraciones e inversiones en la Región de Atacama?
“Rio Tinto ha tenido presencia en Chile por más de 30 años a través de su división de exploración, la cual se ha mantenido muy activa durante todo este tiempo. Este compromiso de larga data le ha permitido a la compañía adquirir un profundo conocimiento del potencial minero de Chile, desde el norte hasta el sur del país. En este contexto, Nuevo Cobre representa un hito importante en la historia de Rio Tinto en Chile”.
-¿Cómo evalúa su futuro?
“Hoy estamos optimistas y expectantes respecto a su futuro. Aunque el proyecto se encuentra actualmente en etapa de exploración, nuestro objetivo—si los resultados son positivos—es avanzar hacia la construcción y eventual operación de un proyecto minero. Esa es la visión de Rio Tinto para Chile. Nuevo Cobre no es simplemente otro proyecto de exploración o una oportunidad de inversión potencial. Más bien, es un hito significativo en el largo recorrido de Rio Tinto en el país. Si se desarrolla con éxito, podría convertirse en un proyecto ancla, fortaleciendo la presencia de Rio Tinto tanto en Chile como, más específicamente, en la región de Atacama”.
-¿Lo que indica que Rio Tinto en Chile va más allá de Nuevo Cobre, considerando que también tienen interés en explotar el litio de la zona de Maricunga?
“Como usted señala, la presencia de Rio Tinto en Chile va más allá de Nuevo Cobre. La compañía participa en dos joint ventures adicionales: una con Codelco y otra con Enami, ambas enfocadas en el desarrollo de proyectos de litio. En conjunto, estas iniciativas representan una huella sólida y en crecimiento en Atacama, con un potencial sustancial para el futuro. Ese futuro, sin embargo, depende de un trabajo riguroso—técnico, ambiental y social. Construir una integración sólida con la región de Atacama y sus principales actores es fundamental. En los próximos años, nuestro enfoque seguirá siendo avanzar en el desarrollo de estos tres proyectos, siempre guiados por un compromiso con el crecimiento sostenible y la minería responsable”.
-Recientemente el Servicio de Evaluación Ambiental de Atacama calificó favorablemente la declaración de Impacto Ambiental de prospección Minera Dionisio presentada por Nuevo Cobre ¿En qué consiste este?
“Nos sentimos muy honrados de haber recibido la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental presentada para el Proyecto de Prospección Dionisio. Como mencioné anteriormente, esta iniciativa forma parte del plan de mediano plazo de Nuevo Cobre, cuyo objetivo principal es generar información geológica primaria de nuestra propiedad minera—específicamente en el área conocida como Dionisio. El alcance de este proyecto contempla la realización de hasta 365 sondajes durante un período de poco más de dos años, utilizando métodos de perforación de circulación inversa y diamantina. Dada la magnitud de esta campaña, que será un esfuerzo significativo, también requiere infraestructura de apoyo. Esto incluye la construcción de caminos de acceso, la preparación de plataformas de perforación y la ampliación de la capacidad del campamento. Todas estas medidas han sido identificadas como esenciales para alcanzar el próximo hito: generar datos de perforación geológica y geometalúrgica del sector Dionisio, los cuales proporcionarán la base para avanzar en el desarrollo del proyecto”.
-Uno de los grandes problemas de la explotación de nuevos centros mineros y, en caso de avanzar el proyecto Nuevo Cobre es el recurso hídrico ¿de dónde lo obtendrán?
“Los recursos hídricos en la minería son, sin duda, un tema altamente sensible, y en Nuevo Cobre -al igual que en Rio Tinto y Codelco- reconocemos plenamente la importancia de este asunto, tanto para Chile como para los distintos distritos donde operamos. Por eso, parte del alcance de los estudios de ingeniería conceptual actuales, así como los que se desarrollarán en las siguientes fases, está específicamente orientado a explorar e identificar la mayor variedad posible de opciones que permitan asegurar un suministro de agua confiable y sostenible para el proyecto a largo plazo. Para Nuevo Cobre, es una prioridad que cada componente del proyecto—comenzando por los recursos hídricos—cumpla con los más altos estándares de sostenibilidad, con un enfoque particular en la responsabilidad ambiental”.
-Cuáles son las proyecciones que observa en un corto y mediano plazo para Nuevo Cobre?
“Como mencioné anteriormente, estamos muy entusiasmados con las actividades y el progreso que se avecinan para el Proyecto. Dicho esto, nuestro enfoque sigue siendo avanzar paso a paso, etapa por etapa. El próximo hito inmediato que tenemos por delante es la ejecución de nuestras campañas de exploración, orientadas a determinar—y ojalá validar—nuestras hipótesis iniciales respecto al cuerpo mineral dentro de la propiedad de Nuevo Cobre: su tamaño, escala y potencial. Una vez que obtengamos mayor certeza sobre este recurso, estaremos en condiciones de activar las siguientes fases de desarrollo. Así que, aunque nuestro optimismo por el proyecto es innegable, nuestra prioridad es avanzar de manera mesurada y responsable, asegurando que cada etapa construya una base sólida para la siguiente”.
¿Cuántos trabajadores laboran hoy para Nuevo Cobre?
“Actualmente, un pequeño grupo de personal interno y contratistas trabaja en el sitio de Nuevo Cobre, sumando en total no más de 50 personas, ya que las actividades en curso son relativamente limitadas. Sin embargo, una vez que comiencen las campañas de perforación, este número aumentará significativamente dependiendo de la cantidad de equipos en operación, lo cual variará con el tiempo. En su punto máximo, la fuerza laboral podría alcanzar alrededor de 200 personas. Como se mencionó, esta cifra fluctuará según la intensidad de las campañas de perforación, así como otras labores de campo que se realicen en paralelo”.
¿Cómo están trabajando con las comunidades cercanas?
“Una de las principales prioridades y actividades que Nuevo Cobre ha emprendido desde la llegada de Rio Tinto a la región de Atacama ha sido comenzar a construir relaciones con las comunidades locales—especialmente con las comunidades indígenas dentro del área de influencia del proyecto. Como mencioné anteriormente, Rio Tinto ha tenido una larga presencia en Chile, trabajando aquí por más de 30 años. Sin embargo, en la Región de Atacama -y particularmente en el área donde se ubica Nuevo Cobre – somos relativamente nuevos. Por eso hemos abordado este camino con mucho cuidado, respeto y presencia en nuestro relacionamiento con las comunidades indígenas. Desde el inicio, nuestro enfoque no ha sido solo presentarnos, sino también escuchar atentamente y participar en las tradiciones y actividades de estas comunidades. Al mismo tiempo, hemos estado desarrollando una serie de iniciativas para conocernos mejor y fortalecer lo que aún es una relación incipiente—una que estamos plenamente comprometidos a construir como una alianza de largo plazo. Este compromiso se extiende no solo a través de las distintas etapas de estudio y desarrollo del proyecto, sino también, esperamos, hacia la fase operacional. Por esta razón, nuestro trabajo de relacionamiento comunitario comenzó incluso antes de las primeras actividades físicas en el sitio minero. Esto refleja nuestra visión de cómo debemos operar en un territorio que compartimos con comunidades que han estado aquí mucho antes que nosotros. Creemos que la fortaleza y resiliencia de cualquier relación radica en la confianza—y la confianza solo puede construirse mediante el diálogo, la conversación abierta y el trabajo conjunto”, concluyó Moscoso.