Después de tres años de mantener suspendidas las actividades como consecuencia de la pandemia Covid-19, los socios de la Agrupación de Ex Alumnos de la Escuela de Minas de Copiapó, Universidad Técnica y hoy, Universidad de Atacama de la ciudad de Rancagua, se reunieron en un almuerzo de fraternidad en el Club Ansco, ocasión en la que recordaron el 166º Aniversario de su Alma Mater; mientras que la Agrupación de Ingenieros de esa misma Casa de Estudios Superiores en Santiago, preparó una cena de camaradería en un hotel capitalino.
Carlos Ordenes Cofré, Presidente de la Agrupación de la Región de O’Higgins, señaló que el encuentro fue gratificante: “Hace bastante tiempo que no nos reencontrábamos. Hicimos una ceremonia en la que contamos con las palabras enviadas por el nuevo Rector, Forlín Aguilera Olivares, cuyo mensaje fue seguido con vivo interés por los participantes; hicimos entrega de algunos presentes y, además de cantar y de apagar las velas por el cumpleaños, interpretamos el Himno de la Universidad”.
Carlos órdenes, señaló que a partir de este año comenzarán a retomar paulatinamente las actividades tradicionales como Agrupación de Ex Alumnos y, con miras, en cuatro años más, a celebrar en grande el 170 aniversario de la Enseñanza Minera Copiapina. Ojalá sea en Copiapó, en una fiesta como lo fue la inolvidable celebración por los 150 años”
EN SANTIAGO
Mientras que Carlos Vega Maldonado y Alex Pujado Rojas líderes del Grupo de Ex Alumnos en Santiago, se reunieron en fraternidad en el Hotel Pablo Neruda de la capital, donde rindieron homenaje a los ex compañeros de Escuela que en los dos últimos años fallecieron y que solían compartir con ellos. Se trata de Alfredo Bown Gordon, Luis Alvarez Mercado, Raúl González Miranda y Arturo Vilaxa Allende.
Carlos Flores Ibáñez, señaló que para él la Universidad Técnica de Copiapó fue su segundo hogar y recordó que él llegó a Copiapò proveniente del mineral de Chuquicamata. “Durante toda mi época de estudios estuve internado hasta egresar y titularme como ingeniero de ejecución, para posteriormente seguir estudios de ingeniería civil en Santiago. Estos reencuentros permiten recordar nuestros maravillosos años de juventud, estudio y de amistad; más aún que como jóvenes internos compartimos a diarios no solo la academia, sino las alegrías, las penas y, tristezas, por lo que éramos y somos hasta hoy una legión de hermanos”