El último discurso de Diego Hernández como presidente de la Sociedad Nacional de Minería, durante la ceremonia por el cierre del Mes de la Minería, obligaron al Presidente de la República Gabriel Boric, salirse de su libreto para responder, siendo pifiado por los asistentes al momento de poner en tela la distribución de las utilidades.
Hernández hizo un recuento de su gestión, al iniciar su primer período en el 2016 donde recordó que la agenda de trabajo era desafiante y que distaba bastante a la de hoy.
Recordó que en Octubre de 2019 se registró la revuelta social y, posteriormente la pandemia por el Covid-19, para posteriormente iniciar el proceso que derivó en la Convención Constitucional y una propuesta de Nueva Carta Magna, pero lo más relevante es que el país optó “por dar un giro político, eligiendo una línea reformista para dirigir el gobierno. En síntesis, estos 3 últimos años han sido históricamente complejos y desafiantes”.
PROCESO CONSTITUCIONAL
Hernández luego de hacer un recuento de su gestión, hablar de las consecuencias del estallido social, la pandemia por Covid-19, entró directamente al proceso constitucional, diciendo que “la minería chilena fue uno de los sectores más duramente cuestionados por los convencionales, a través de propuestas extremas y dogmáticas tendientes a nacionalizar las empresas del litio y la minería del cobre y a apoderarse de las rentas que genera el rubro. Iniciativas que, de haber prosperado, hubiesen llevado a una debacle de la minería nacional y con ello, impactado la economía y el desarrollo económico y social del país”.
NO FUIMOS ESCUCHADO
Diego Hernández dijo que el sector no fue escuchado ni considerado por la Convención y que igual cosa ocurrió con múltiples sectores de la producción del país. “Logramos visibilizar los riesgos de aquellas iniciativas extremas y finalmente el pleno de la Convención las rechazó. Los argumentos expuestos a los convencionales y a la ciudadanía en general, fueron recogidos en un documento técnico denominada: “Minería y Debate Constitucional: Propuestas de Sonami ante la Convención Constitucional”, que trabajamos con un grupo amplio de expertos”.
Hernández, dijo entender la coyuntura político-electoral generada por el proceso constitucional, la que ha postergado definiciones relevantes del Gobierno. “Por ello, aprovechamos esta tribuna y esta audiencia, para manifestar nuestra esperanza en que el sello ideológico que se adopte sea en favor del desarrollo económico y de la Paz Social, por tanto, en favor del progreso que espera la mayoría de los chilenos.
“En algunos días más sabremos el camino que la ciudadanía decidió tomar respecto de la propuesta de nueva constitución, pero sea cual sea, aspiramos a recuperar las confianzas y priorizar el bien de Chile” resaltó para posteriormente reiterar la preocupación por la reforma tributaria y el royalty minero. “Consideramos que este último, así como está estructurado, con un componente ad-valorem y con tasas desproporcionadas, le resta competitividad a la minería y pone en serio riesgo a buena parte de las operaciones mineras de costos más altos. Nuestro análisis indica que en ciclos de precios bajos del cobre, muchas empresas se verían en serias dificultades para seguir operando. Entendemos la necesidad de recaudar más, pero hay que mantener un equilibrio entre mayor recaudación en el corto plazo y la retomada de las inversiones mineras tan necesarias en el contexto económico actual y futuro”
REFLEXIONES
Luego el líder gremial de la Sonami se permitió ofrecer algunas reflexión remontándose al llamado estallido social., diciendo que: “hemos sido testigos de una profunda transformación en nuestro país. Se han redibujado las relaciones entre el mundo empresarial, la sociedad y la clase política. Asimismo, se ha ampliado la influencia política a múltiples sectores sociales que representan valores diversos y no necesariamente mayoritarios, pero igualmente legítimos. Y por supuesto, estamos frente a lo que expertos han denominado un nuevo ciclo político, con un recambio generacional en el poder. No cabe duda que todo este mix de factores son complejos de descifrar, pero creo que a esta altura, algunas interpretaciones podemos hacer”.
Luego precisó que: “es importante preservar las instituciones, ya que contribuyen a la estabilidad y aportan a las miradas de largo plazo que a veces los ciclos políticos relegan a un segundo o tercer nivel. Sin embargo, ello no implica que no deban actualizarse. Es importante dar paso a nuevos liderazgos, dar cabida a nuevas ideas y acoger a las nuevas generaciones. De ese modo, podemos responder con más rapidez, pero en forma menos traumática, a los cambios y demandas sociales”.
Luego prosiguió diciendo que: “Otra lección que podemos sacar es la importancia de una clase política seria y responsable, que sea capaz de conducir y canalizar el descontento y la esperanza, para generar salidas institucionales como fue el caso del Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución, de Noviembre de 2019… La receta de búsqueda de consensos y construcción de acuerdos no ha caducado y sigue plenamente vigente”.
Y, como tercera reflexión Hernández planteó “olvidarnos del largo plazo. Quizás sea el sesgo de nuestro rubro, que forzosamente nos llevarán a pensar en horizontes de tiempo extensos. Sin embargo, a pesar de las mayorías transitorias y la necesidad de generar válvulas de escape a la presión de la calle, las políticas públicas y el marco regulatorio deben brindar estabilidad, con horizontes más allá de las coyunturas. No ceder a la tentación de las mayorías transitorias y el populismo fácil, es fundamental para construir una paz social duradera”.
BILLETERA SIN FONDOS
Explicó que la “minería nacional comprendió la magnitud del riesgo que se corría y ello motivó la articulación de la gran, mediana y pequeña minería, de trabajadores, proveedores, la academia, expertos, en fin, toda la familia minera. Esta cohesión del mundo minero le mostró a los convencionales y a Chile, que la minería no es solo una billetera sin fondo, sino una actividad compleja, parte de la idiosincrasia y la tradición nacional, de alto riesgo, pero también de grandes oportunidades. Por ello, mantener este espíritu es clave para enfrentar los desafíos que vienen y para visibilizar los tremendos avances que hemos tenido en materia medioambiental, gestión social, diversidad, innovación, etc”.
En línea con lo anterior debemos divulgar datos de avances concretos para derribar mitos y prejuicios sobre la minería. Por ejemplo, solo respecto del agua, podemos decir que nuestra actividad utiliza solo el 3,5% del agua continental a nivel nacional, el 30% del agua que se ocupa en los procesos mineros corresponde a agua de mar (alcanzará al 68% en él 2032) y que el 73% del agua usada en minería se recircula.
En las energías renovables hemos sido los habilitadores de la introducción de ellas al país y lo mismo esperamos que suceda con el hidrógeno verde.
PERMISOS AMBIENTALES
Dijo que en el tema ambiental no es el desempeño del sector, donde aseguró haber avanzado mucho y solo comparable al de los competidores de países desarrollados. “Nuestro mayor desafío es la tramitación y la aprobación de los permisos ambientales donde duplicamos los plazos de nuestros competidores. Acá hemos juntado la complejidad reglamentaria que hemos ido desarrollando con la poca voluntad política para tomar decisiones, todo esto salpicado con granos de ideologismo ambientalista. En los últimos seis meses no se ha aprobado ningún permiso ambiental de proyecto minero y como ejemplo preocupante, se han rechazado dos proyectos de mediana minería en las comisiones regionales, Valparaíso y Atacama, aunque estos proyectos superaron las instancias técnicas”.
POLÍTICA Y MARCOS JURÍDICOS ESTABLES
Enfatizó que actualmente Chile cuenta con una cartera interesante de proyectos que suman unos US$ 80 mil millones, que implican generar miles de empleos para los próximos 10 años. “Sin embargo, debemos reconocer que a diferencia de unas décadas atrás, hoy contamos con complejidades geológicas y leyes de mineral que nos hacen menos competitivos frente a otras oportunidades en otros países. Por ello, la estabilidad política y los marcos jurídicos estables, son clave para que los inversionistas decidan por los proyectos en Chile”.
Tras hacer un llamado a fortalecer el marco jurídico e institucional que permita seguir invirtiendo y aprovechar la oportunidad para desarrollar todos los proyectos que están en carpeta, resaltó que “ Estamos en un momento país y en un contexto global donde necesitamos el desarrollo minero”.