Una plataforma que permitirá medir el impacto de las huellas de carbono, hídrica y el consumo energético en las pruebas piloto, los que permitirá crecer los reportes de validación tecnológica y dar oportunidad a nuevas tecnologías que aporten hacia una minería más verde, lanzó el Subsecretario de Minería, Willy Kracht.
Se trata de la “·Herramienta para la medición de variables de sustentabilidad en poilotajes mineros”, desarrollada por la Corporación Alta ley junto al Centro Nacional de Pilotaje, Cnp.
El Subsecretario, recordó que en el marco de la Política Nacional Minera se debe avanzar en el desafío de la carbono neutralidad hacia el año 2040. “Eso implica la reducción del consumo de energía de fuentes fósiles, avanzar hacia la electromovilidad, pero también implica que seamos capaces de diseñar los nuevos procesos y avanzar en la adopción de tecnologías con base a criterios que no son puramente económicos. Vamos a tener que incorporar distintas soluciones tecnológicas en los procesos que nos permitan ir reduciendo la huella de carbono y el consumo de agua, entonces necesitamos disponer de herramientas para hacer esa evaluación, si es que efectivamente queremos transformar la forma en que se hace minería y avanzar hacia una operación más sustentable”.
El encuentro, moderado por Heidy Jofré, líder de Sustentabilidad de la Corporación Alta Ley, contempló también la participación de Víctor Pérez, asesor de Minería Verde de la Corporación Alta Ley; Patricio Aguilera, Gerente General del Cnp, y Gustavo Lagos, del Dictuc, quienes explicaron de manera detallada todo el proceso que implicó la creación de esta inédita herramienta.
Víctor Pérez destacó que más allá de las variables económicas, es esencial que la minería se mueva en incorporar dimensiones que son hoy parte estructural del modelo de negocio minero y que, de esa forma, asegure el acceso a los mercados, no solo en el aspecto económico, sino que los procesos mineros sean bienvenidos por lo territorios y su comunidad. “Hoy tenemos una tendencia global en la que la búsqueda de suministro responsable de minerales pasa a ser esencial y eso se combina con un encadenamiento al interior de la cadena de valor de la producción de metales que requiere también coordinación con sus proveedores tecnológicos, con sus insumos críticos, como también con los agentes de la cadena de valor que están aguas abajo más cerca de uso final, de manera que haya una responsabilidad empresarial y capital reputacional completamente integrado al interior de la cadena de valor. No podemos tener un eslabón que rompa esa cadena de valor”.
Patricio Aguilera, por su parte, destacó tres conceptos que consideró relevantes para el desarrollo y uso de esta herramienta: conciencia, del aporte de este tipo de iniciativas para el desafío país de sustentabilidad; colaboración, producto del aporte y trabajo de varias organizaciones y experiencias que se unieron bajo un interés común, y la confianza, que es clave para avanzar en materia de innovación.
En cuanto a los beneficios, Aguilera destacó que es una herramienta que realiza modelos bajo la metodología de análisis de ciclo de vida, que permite visualizar el potencial del beneficio de la tecnología en la etapa del proceso especifico y también global de la operación minera. Además de poder incorporar variables de sustentabilidad en pilotajes ya desarrollados. “Con esta calculadora de sustentabilidad esperamos contribuir a que el ecosistema de innovación minero adopte herramientas para ir avanzando en las necesidades de la sociedad. Esperamos que la información que entregue contribuya a generar más confianza y conciencia en el ecosistema y sea un apoyo para los emprendedores del sector”.
Para finalizar, Gustavo Lagos se refirió a la aplicación de esta herramienta en los pilotajes y a sus ventajas y limitaciones. Entre ellas, destacó que permite estimar y reportar variables de sustentabilidad en un formato adaptado a los pilotajes, compatible con las especificaciones de los estándares GRI y otros; permite evaluar el impacto de los proyectos de innovación tecnológica en términos de su contribución a las metas de cambio climático de la organización, impactos que pueden rentabilizar un proyecto que antes no hubiera podido aprobarse sólo tomando en consideración la rentabilidad económica. Además, sostuvo que tiene una trazabilidad de los cálculos, son fácilmente accesibles y cambiables; se puede hacer una sensibilización de los factores que más inciden en las variables de sustentabilidad y es una herramienta flexible, que permite utilizar consumos reales de insumos.
