LA PLATA OLVIDADA: TARIFAS, RECUPERACIÓN Y EL ESTANCAMIENTO DE LA PEQUEÑA MINERÍA EN CHILE

Por Gastón Fernández Montero, Abogado y Académico, Universidad de Chile: A pesar del repunte sostenido del precio internacional de la plata —que en 2025 ha superado los US$27 por onza—, decenas de minas de pequeña escala en el norte de Chile permanecen paralizadas. Esta paradoja no se debe a la falta de recursos ni de interés, sino a un factor más estructural: las tarifas de compra que ofrece la Empresa Nacional de Minería (ENAMI) para minerales argentíferos, especialmente en plantas como la de Vallenar.

TARIFAS QUE NO REFLEJAN EL POTENCIAL

En Abril de 2025, Enami fijó una tarifa base de 350 gramos por tonelada seca (g/tms) para minerales de plata de flotación. Esta cifra, que define el umbral mínimo para que un productor reciba pago por su mineral, deja fuera a muchas faenas con leyes entre 200 y 300 g/tms, que históricamente fueron rentables. A esto se suman los descuentos por fundición, refinación y pérdidas metalúrgicas, así como los costos de transporte y maquila, que reducen aún más la rentabilidad.

LA HISTORIA COMO ADVERTENCIA

Durante las décadas de 1960 a 1980, Enami jugó un rol clave en la reactivación de la minería de plata en zonas como Domeyko, Carrizalillo y El Tránsito. Las tarifas eran más flexibles, y existía un compromiso explícito con el fomento productivo. Hoy, ese espíritu parece haberse diluido en una lógica más centrada en la eficiencia financiera que en la revitalización territorial.

COMPARACIONES INTERNACIONALES 

Otros países mineros han adoptado modelos más inclusivos. En Perú, el Fonamin ofrece precios diferenciados y asistencia técnica a pequeños productores. Bolivia, a través de Comibol, ha implementado plantas de concentración específicas para minerales de plata. México, por su parte, ha establecido fondos de fomento que permiten reactivar minas marginales con apoyo estatal.

¿QUÉ HACER?

  1. Revisar la tarifa base para minerales de plata, especialmente en zonas con tradición argentífera.
  2. Implementar campañas de procesamiento en plantas como Vallenar, con circuitos específicos para minerales polimetálicos.
  3. Establecer convenios de fomento con pequeños productores, que incluyan precios preferenciales, asistencia técnica y financiamiento.
  4. Publicar balances metalúrgicos por planta, para transparentar las recuperaciones reales y permitir una participación más justa en el valor del metal.

UNA CUESTIÓN ÉTICA Y ESTRATÉGICA

En un país que busca diversificar su matriz productiva y avanzar hacia una minería más inclusiva y sostenible, no tiene sentido seguir ignorando el potencial de la plata. Reactivar estas faenas no solo es una cuestión económica, sino también de justicia territorial, memoria histórica y visión de futuro.

La plata olvidada no es solo un recurso: es una oportunidad para reactivar comunidades, rescatar saberes y construir una minería más equitativa.

 

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