Trece mineros que trabajaban para la compañía “Poderosa” en la Región La Libertad y, que fueron secuestrados por sicarios el 25 de abril recién pasado, fueron asesinados por sus captores quienes hoy son intensamente buscados por la policía y funcionarios del Ejército del Perú.
El crimen organizado cometió los horribles crímenes en un socavón minero, donde los cuerpos de las víctimas fueron encontrados desnudos y maniatados. La Libertad es una zona dominada por el crimen organizado y la minería ilegal. La Poderosa es una de las principales compañías de extracción de oro del Perú y, se culpa, desde que acontecieron los hechos, de negligencia por parte de las autoridades de gobierno y las fuerzas de seguridad, las que de haber actuado oportunamente hubiesen evitado la masacre; es más, negaron y pusieron en duda el secuestro de los mineros.
La zona de Pataz, está considerada en Estado de Emergencia desde Febrero del 2024, como consecuencia de reiterados atentados ocasionados por la minería ilegal, el narcotráfico, amenazas y la extorsión. Las Fuerzas Armadas, en coordinación con la Policía, han asumido el control interno y han realizado diversos operativos en la zona.
El viernes, la minera Poderosa emitió un comunicado en el que afirma que los 13 trabajadores ejercían funciones para un productor artesanal que mantiene un contrato de explotación con ellos, que el secuestro se produjo cuando los criminales intentaron tomar control del lugar y que les llamaba
poderosamente la atención que la semana pasada la policía movilizara a 800 efectivos para un operativo que no tuvo incidencia en las zonas donde se produjeron los sangrientos episodios.
Los delincuentes habían exigido cuatro millones de soles (1,081 millones de dólares) para liberar a los 13 trabajadores. Pero la policía incluso lo desmintió en breve.