Como es tradicional, los ingenieros en minas, metalurgistas y geólogos entre otros, todos ex alumnos de la enseñanza minera, recordaron en la histórica ciudad de Rancagua los 168 años de la Escuela de Minas de Copiapó.
Las palabras de bienvenida, estuvieron a cargo de Genaro Funes, quien hizo una breve reseña histórica de lo importante que ha sido la academia minera copiapina para el desarrollo de la pequeña, mediana y gran minería del país.
El Rector de la Universidad de Atacama, Forlin Aguilera Olivares, envío a través de un video un especial saludo de aniversario.

Karina Olivos, geóloga estuvo a cargo de la alocución central, dijo que la Casa de Estudios que los formó ha enfrentado desafíos y cambios profundos. “Ha sido testigo de transformaciones sociales, políticas y económicas y, en cada una de esas etapa ha sabido adaptarse y enfrentarse formando generaciones de hombres y mujeres que han aportado con su talento no sólo a la minería, sino a las ciencias, a la educación, la salud, la cultura y a la innovación. Celebramos a nuestros estudiantes, académicos, a nuestros funcionarios y ex alumnos. Celebramos una Universidad que no ha dejado de soñar ni de avanzar y, que sigue siendo un motor de desarrollo para Atacama y para Chile”.
RECONOCIMIENTO
Por su trayectoria laboral, se hizo entrega de un especial reconocimiento al ex alumnos Mirko Gjakoni, quien trabajó durante 50 años para la mina El Teniente de Codelco Chile.
También hubo un homenaje especial, para uno de los ex alumnos más antiguos de la Agrupación de Rancagua, Norberto Vega, de 95 años de edad.
OPINAN EX ESTUDIANTES
Ernesto Alegría, calificó el encuentro generacional de “gran camaradería y recuerdos”. Señaló que cada aniversario que festejan en como un crisol de nostalgia y de compañerismo. “Fue un grato y fraternal reencuentro entre viejos compañeros de escuela y de profesión, algunos ya retirados y otros en pleno ejercicio profesional”.
Para Raúl Carvajal Véliz. “Fue un grato y gran encuentro de amistad y fraternidad. Tuvimos la ocasión de hacer emotivos recuerdos, pero también para acordarnos de quienes ya partieron a nuevos rumbos. La mayoría llegamos siendo aún niños como internos al Grado Oficio Profesional que estaba al interior de la Universidad, por lo tanto, tenemos muchas cosas en común por recordar y compartir”.