Por: Dr Leonardo Cornejo Figueroa, Colorado School of Mines, USA .- China se lanza a la conquista del sector del litio, uno de los minerales claves para la transición energética y la industria de las baterías eléctricas. Con un reciente incremento en sus inversiones en Australia (el primer productor mundial del oro blanco), el gigante asiático busca canalizar una importante cuota de la producción mundial hacia su industria.
En los últimos años el gigante asiático ha invertido en los mayores productores de oro blanco del mundo y está extendiendo su influencia en los países que cuentan con las reservas más importantes de mundo, como Argentina, Chile y Bolivia.
Actualmente China es el origen del 13% de la producción mundial del mineral y es el líder global en refinación. No obstante, estos volúmenes no son suficientes para abastecer su tremenda industria de baterías, que fabrica alrededor del 56% del suministro global.
LA CONQUISTA DE CHILE
China ya tiene presencia en Chile. En 2018, el gigante consolidó la adquisición del 24% de la firma chilena Sqm, la segunda empresa productora de litio más grande del mundo por capital de mercado. De la misma manera, en 2022 la minera china BYD se adjudicó una licitación para explotar 80.000 toneladas de litio en territorio chileno por siete años, por la cual ofertó 61 millones de dólares.
Recientemente, el presidente de la República, Gabriel Boric, en compañías del ministro de Economía y del Canciller se reunieron con la empresa de inversión china Tsingshan Holding Group, en la ciudad de Beijing, en el marco de ChileWekk China 2023. Posterior a esta reunión anunció que China invertirá US$233 millones, a partir del 2025, en Mejillones. El proyecto pretende potenciar la inversión y fomentar la generación de productos de valor agregado en Chile, a partir del litio, además de incentivar el desarrollo tecnológico y el uso de recursos minerales no metálicos.
Se estima un total de 668 nuevos puestos de trabajo una vez que el proyecto alcance su capacidad máxima de producción (120.000 ton.), con el compromiso de que el 90% corresponderá a trabajadores chilenos.
La inversión corresponde a la propuesta de la empresa China Yongqing Technology Co. Ltd, perteneciente al holding Tsingshan, seleccionada en el marco de la Convocatoria Corfo a productores especializados de litio para impulsar iniciativas de valor agregado en Chile.
LOS PROYECTOS CHINOS,
LAS COMUNIDADESY EL MEDIO AMBIENTE
Es sabido que las empresas chinas han invertido cerca de 172.000 millones de dólares en América Latina entre 2010 y 2016. Además, han construido 200 proyectos de infraestructura en veinte países de la región. Estas cifras aumentarán en los próximos años si se cumplen las proyecciones que estiman que para 2035 se duplique el comercio entre el país asiático y la región latinoamericana, de acuerdo con los datos de la Red Académica de América Latina y el Caribe sobre China.
Sin embargo, estos resultados son solo una cara de la moneda. El otro lado muestra cómo varias empresas de capital chino no han respetado los derechos de las comunidades afectadas por sus proyectos, de acuerdo con el informe “China: derechos humanos y actividades empresariales en América Latina”, publicado en febrero de 2023 por un colectivo de organizaciones no gubernamentales, los cuales fueron presentados al Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de Naciones Unidas (Onu).
Aunque el comité de la Onu no tiene herramientas para castigar a China o cualquier otro país, sí puede generar una discusión constructiva para que las naciones acojan de manera voluntaria las sugerencias. De hecho, en su sesión de marzo de 2023, este organismo emitió sus más recientes recomendaciones al país asiático. Entre estas, le pidió a este país garantizar el respeto de los derechos humanos en sus proyectos realizados en el exterior, como exigían las organizaciones que realizaron el informe sobre las actividades empresariales chinas en América Latina.
Las organizaciones que elaboraron el documento —entre ellas la suiza Servicio Internacional para los Derechos Humanos y el Colectivo sobre Financiamiento e Inversiones Chinas, Derechos Humanos y Ambiente – hallaron un número importante de proyectos que afectan el medio ambiente ubicados en nueve países, entre estos Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, de los cuales siete pertenecen al rubro minero. Tres proyectos impactan a la Amazonía, tres a áreas protegidas y uno a un sitio patrimonio de la humanidad. En este aspecto, el informe indica que “todos los proyectos presentan un impacto significativo en el disfrute del derecho a un medio ambiente sano, como resultado de la deforestación y la contaminación del aire y del agua, lo que compromete la soberanía alimentaria y el acceso al agua de comunidades aledañas y pueblos indígenas”.
Tres de los proyectos mineros desarrollados en Ecuador están en la cuenca amazónica de ese país. Según el informe, “solo el proyecto minero Mirador impacta al menos 16 ecosistemas diferentes, donde se encuentran 4000 especies de plantas y hasta 400 especies de algas”. Por ejemplo, en el proyecto Mirador —operado por la compañía china Tongguan con financiamiento de seis bancos chinos— se deforestaron, al menos, 1.300 hectáreas, según el informe.
El informe también resalta que hay proyectos de capital chino desarrollados en áreas protegidas. Uno de estos espacios es la Reserva de la Biosfera Yasuní en Ecuador —que cuenta con categoría de protección ambiental Ramsar— impactada por el proyecto campo petrolero Ishpingo, el cual se sitúa en un humedal de importancia mundial, con 1500 especies de plantas, 600 de aves y 178 de mamíferos, incluyendo algunos amenazados como el manatí amazónico, nutrias gigantes y delfines de río o toninas.
Otros proyectos mencionados en el informe indican por ejemplo que la hidroeléctrica Ivirizu, operada por la empresa china Sinohydro Corporation Ltd, Mongabay Latam afectará varias zonas ecológicas que se caracterizan por su elevada diversidad biológica. Se estima la existencia de más de 3000 especies de plantas, de las cuales solo 614 han sido registradas en la zona. Entre las más notables están los bosques de queñua, huaycha y nogal. El informe también menciona los campos petroleros Junín y Ayacucho, en Venezuela, al considerar que afectan un humedal y al río Orinoco.
El agua ha sido uno de los recursos más impactados, según el informe. Algunos proyectos relacionados con la minería indican que el recurso hídrico ha sido contaminado en seis casos, según la denuncia de las organizaciones. Por ejemplo, el proyecto minero Buriticá en Colombia —de la empresa china Zijin-Continental Group— está generando un vertimiento de aguas servidas y está usando cianuro. El proyecto Orinoco en Venezuela ha tenido derrames petroleros, mientras que el sistema de drenaje y vertimiento de depósitos en la mina Toromocho en Perú —de la compañía Aluminum Corporation of China con dineros del Banco de Desarrollo de China y el Banco de Exportaciones e Importaciones de China— también afecta la calidad del agua, dice la investigación.
CCIONES PARA CONTRARRESTAR
LOS PROBLEMAS AMBIENTALES Y SOCIALES
En primer lugar, el gobierno chino tiene obligaciones extraterritoriales y debe asegurarse que los actores que están bajo su jurisdicción no cometan abusos de derechos humanos ni ambientales, porque eso implicaría un incumplimiento con las obligaciones del Estado.
Por otro lado, es necesario que se establezcan mecanismos eficaces de seguimiento y control de la actividad empresarial, particularmente donde existen denuncias previas de abuso corporativo. Es fundamental que existan canales formales y adecuados de queja y denuncia, que permitan responsabilizar a las empresas y financistas, en virtud de sancionar el comportamiento abusivo de las empresas y garantizar el acceso a la remediación y reparación integral de las comunidades afectadas.
Finalmente, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de Naciones Unidas entregó al país asiático en marzo de 2023 recomendaciones similares a las del colectivo de Onbg sobre una mejor y debida diligencia en los proyectos chinos en el extranjero. En estas recomendaciones se solicita una mayor responsabilidad de China con sus obligaciones extraterritoriales en derechos humanos en sus proyectos de inversión y financiamiento en el mundo.