Al cerrar el año 2021 Sernageomin dio a conocer su Catastro Anual de Dotación en las Faenas Mineras del país, elaborado con información proporcionada por las propias compañías del sector, el cual refleja que la dotación promedio anual aumentó 14,3% respecto al año anterior, alcanzando los 275.574 trabajadores, con un peak de 286.930 empleos registrados en Noviembre del 2021.
Al comparar las cifras de la dotación minera entre los años 2018 – 2021, registran un incremento de 20,6% durante dicho período.
Es importante señalar que durante el año 2021 se registró que el promedio anual de las empresas contratistas a nivel país es de 208.041 trabajadores, y en las empresas mandantes 67.533 de personas.
Junto con valorar el incremento de las cifras del año 2021, el Director Nacional de Sernageomin, Alfonso Domeyko Letelier, destacó que el porcentaje de participación femenina por primera vez alcanzó los dos dígitos “las mujeres que se desempeñan en la minería representan un 10,1% del total de la dotación, lo que equivale a un promedio anual de 27.714 trabajadoras en la industria”.
Al analizar los datos de manera regional, durante el año 2021 Antofagasta se mantiene como la región con el mayor promedio de dotación en el país, con 112.093 trabajadores, le sigue Atacama con 42.359, luego Tarapacá con 42.241, y Coquimbo con 25.011.
Respecto a la tasa de accidentabilidad del año 2021, fue de 1,36, cifra inferior a la registrada el año 2020 que alcanzó 1,41, mientras que la tasa de fatalidad fue de 0,02, menor a la tasa de 0,03 respecto al año anterior.
Para Alfonso Domeyko estas cifras son doblemente alentadoras, “ya que aun cuando en 2021 se registraron cifras históricas en la dotación minera del país, las tasas de fatalidad y accidentabilidad siguen disminuyendo en la industria minera nacional, lo que refleja el inmenso esfuerzo y trabajo conjunto entre Sernageomin, en sus tareas de capacitación, promoción y fiscalización en materias de seguridad minera, así como el compromiso de los trabajadores y trabajadoras de la minería, de los comités paritarios, y de las compañías mineras por mantener la seguridad como eje esencial de su producción. Este esfuerzo conjunto de todo el ecosistema minero se traduce concretamente en la permanente disminución de tasas, las que desde el año 2010 a la fecha, han caído de manera significativa, sufriendo la tasa de fatalidad una disminución de 83%, mientras la tasa de frecuencia se redujo 61%”.