POR: LEONARDO TRONCOSO YTIER, Ingeniero Civil en Minas y Presidente de la Agrupación de Ex Alumnos de la ciudad de Copiapó.- Es un momento muy especial para quienes hemos sido parte de la Universidad de Atacama desde sus inicios.
Como ex alumno y actual presidente de la Agrupación en Copiapó, me llena de orgullo ver cómo nuestra Alma Mater ha evolucionado desde 1981, cuando la sede de la Universidad Técnica del Estado Copiapó, se transformó en lo que es hoy Universidad de Atacama, gracias a la histórica Reforma Educacional de aquel año.
La transformación de la Universidad de Atacama en 1981, de la mano de su primer Rector, el Ingeniero Vicente Rodríguez Bull, marcó un punto de inflexión en la educación en nuestra región. Gracias a su liderazgo y visión, la Universidad de Atacama dio sus primeros pasos hacia una identidad propia, desarrollando programas que hoy son referentes en el país.
Asimismo, es importante reconocer el impulso del Ingeniero Celso Arias, penúltimo Rector, quien durante su gestión promovió el crecimiento sostenido que experimenta hoy la Universidad, sentando las bases para su expansión académica, su crecimiento físico (campus, aulas, laboratorios, espacios deportivos) y su consolidación como centro de excelencia. Actualmente, bajo el liderazgo del Magíster Forlín Aguilera, la Universidad de Atacama sigue fortaleciéndose y proyectándose, consolidando su papel clave en la Educación Superior en Chile.
Hoy, la Universidad no solo destaca en ingenierías, Minas y Metalurgia, donde mantiene una tradición de excelencia– sino que también contribuye en áreas esenciales para el bienestar regional y nacional, como Medicina, Ciencias de la Salud, Derecho y Pedagogía. Estas áreas responden a demandas sociales y fortalecen su impacto en la región y el país. Su Doctorado en Astronomía y postgrados, ofrecen oportunidades de desarrollo para quienes desean contribuir activamente al avance de Atacama.
Puedo afirmar, como presidente de Ex Estudiantes de la Agrupación de Copiapó, que el espíritu de la Universidad de Atacama sigue tan vivo como ayer en cada uno de nosotros. Nuestra misión es unir a quienes pasamos por sus aulas, celebrar hitos y apoyar a los jóvenes que inician su camino en minería. Esta red es un reflejo de los valores de la Universidad: formar no solo profesionales, sino líderes comprometidos con el desarrollo del país.
A lo largo de estos 43 años, y por supuesto desde 1857, la Universidad de Atacana ha formado a destacados profesionales que lideran empresas mineras nacionales y transnacionales, empresas propias, instituciones y organizaciones en Chile y alrededor del mundo. Esas mujeres y hombres excepcionales, son embajadores de la calidad académica y del compromiso con la excelencia que caracteriza a nuestra Universidad. El éxito es un testimonio del impacto que la Universidad de Atacama tiene en la comunidad, dejando huellas indelebles.
La Universidad crece e innova con el mismo espíritu de excelencia que inspiró a sus fundadores. Veo con optimismo el futuro de la Universidad, que es un motor de desarrollo para la región y el país.
¡Felicitaciones, Universidad de Atacama, por estos primeros 43 años de existencia!